En la era digital actual, nos hemos acostumbrado a la comunicación instantánea a través de Internet, el correo electrónico y las redes sociales con solo pulsar un botón. A su vez, esto ha provocado un aumento masivo de la demanda de dispositivos electrónicos, algo que no hará más que crecer a medida que el concepto de Internet de las Cosas (IoT) forme parte de nuestras vidas, proporcionando los medios para que los electrodomésticos recojan e intercambien datos utilizando una red informática o una instalación eléctrica inteligente, y para que los automóviles se conecten al Internet para proporcionar información sobre el estado del tráfico, ayudar a la navegación e incluso ofrecer capacidades de autodirección.

El centro de la mayoría de los dispositivos electrónicos es la placa de circuito impreso (PCB). Se utiliza para soportar y conectar componentes electrónicos mediante vías conductoras, pistas o trazas de señal grabadas a partir de láminas de cobre laminadas sobre un sustrato no conductor. Aunque se asocian con mayor frecuencia a las computadoras, también están presentes en televisores, radios, cámaras digitales y teléfonos móviles, así como en otras aplicaciones, como los dispositivos médicos. Sin las placas PCB, el mundo electrónico en el que vivimos y al que nos hemos adaptado tan fácilmente no existiría.

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Reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE)

El final de la vida útil de las computadoras, los teléfonos móviles, los televisores, los refrigeradores y más contribuyen a la generación de desechos de equipos eléctricos y electrónicos, cuya cantidad está creciendo rápidamente a medida que nuestra sociedad, orientada a los bienes de consumo, continúa impulsando los mercados. Estos productos contienen una mezcla de componentes, algunos de los cuales son peligrosos y pueden causar problemas ambientales y de salud. Además, algunos componentes, como el paladio, el rodio, el rutenio, el iridio, el oro, la plata y el platino, son raros y caros.

La Unión Europea, al reconocer los problemas de la eliminación indiscriminada de residuos, ha emitido una Directiva RAEE, un conjunto de reglas que están diseñadas para contribuir a la “producción y consumo sostenibles” en el futuro. Específicamente, estas reglas abordan problemas ambientales y de otro tipo que resultan de los equipos eléctricos y electrónicos desechados en toda la región.

En el centro de esto, la UE cree que “la recolección, el tratamiento y el reciclaje de equipos eléctricos y electrónicos (EEE) al final de su vida útil pueden mejorar la producción y el consumo sostenibles, aumentar la eficiencia de los recursos y contribuir a una economía circular”.

Para lograrlo, la Directiva RAEE ha introducido una serie de medidas de control:
- Recolección separada y tratamiento adecuado de los RAEE, con objetivos de recolección, valorización y reciclaje
- Apoyo a los miembros de la UE en la lucha contra la exportación ilegal de residuos, dificultando a los exportadores la ocultación de los traslados ilegales
- Introducción de registros nacionales compatibles de EEE y armonización de los formatos de reporte, con el fin de eliminar la administración innecesaria

Una PCB consiste en una placa de material aislante laminada con una capa fina de cobre y una serie de metales preciosos en la superficie que actúan como elementos conductores. Aunque las cantidades de estos metales valiosos son muy pequeñas en cada placa, el gran tamaño del mercado de PCB hace que la recuperación rentable de los metales de la chatarra de PCB sea un proceso que merece la pena, tanto desde el punto de vista financiero como, quizás más importante, el punto de vista ecológico.

Los dispositivos electrónicos que han llegado al final de su vida útil requieren un desmontaje en parte manual y en parte automático para liberar las placas PCBs. Posteriormente, las placas se clasifican en dos categorías en función a su contenido de oro: de baja calidad, con hasta 120 gramos de oro por tonelada; y de alta calidad, donde el oro supera esta proporción. Luego, las placas de circuito impreso se trituran y desmenuzan para crear un polvo fino antes de refinarlo.

Reciclaje de PCBs

El uso cada vez mayor de productos electrónicos genera ahora 50 millones de toneladas de desechos electrónicos (e-waste) por año en todo el mundo. Además de la obsolescencia natural, los hábitos y expectativas de los consumidores están influyendo en esto, ya que demuestran el deseo de reemplazar los dispositivos que funcionan perfectamente con la última "nueva" tecnología.

La gestión de estos desechos electrónicos se ha convertido en un tema muy debatido, ya que el reciclaje de los PCBs de chatarra desempeña un papel fundamental tanto en la protección del medio ambiente como en el desarrollo económico. Parte de este debate incluye el reconocimiento de que necesitamos recuperar metales preciosos de una manera más rentable y respetuosa con el medio ambiente que a través de la minería tradicional para satisfacer la demanda futura.

Hoy en día, el gran volumen de residuos electrónicos que se generan hace que el reciclaje sea viable desde el punto de vista financiero, a pesar de la cantidad relativamente baja de metales preciosos que hay en cada placa; los beneficios ecológicos son profundos; y existe la tecnología necesaria para que el reciclaje sea posible y rentable, ayudada por el aumento del precio de los metales preciosos debido al desequilibrio de la demanda y la oferta.

A partir del 1 de enero de 2018, la UE introdujo los equipos eléctricos y electrónicos en seis sectores específicos:

Neveras
Refrigeradores
Congeladores
Aires acondicionados
Calentadores de aceite
Equipo de secado
Bombas de calor

Pantallas
Monitores
Receptores de televisión
Laptops
Portátiles

Lámparas fluorescentes
Lámparas de sodio a presión
LEDs
Lámparas metahalógenas

Lavadoras	Secadoras	Lavavajillas
Estufas	Computadoras grandes	Hornos
Impresoras	Copiadoras	Paneles fotovoltaicos
Equipo médico	Dispensadores automáticos	Equipo de reproducción de sonido e imágenes

Aspiradoras	Barredoras	Máquinas de coser
Aparatos de iluminación	Cocinas y microondas	Ventiladores
Planchas	Tostadoras	Hervidores
Relojes	Balanzas	Afeitadores
Calculadoras	Radios	Cámeras
Reproductores	Sensores de humo	Termostatos

Teléfonos móviles	GPSs	Calculadoras
Routers	Computadoras personales	Impresoras
Teléfonos

De acuerdo con la directiva de la UE sobre RAEE, debe seguirse un protocolo y un proceso de reciclaje, como el siguiente:
- recolección totalmente documentada
- recepción in situ, pesaje y clasificación inicial de todos los aparatos por categorías
- preparación y retirada del cableado eléctrico
- descontaminación seguida de un desmontaje mecánico o manual completo para extraer los materiales recuperables
- trituración de los materiales recuperables, seguida de la extracción de los metales, utilizando imanes potentes para eliminar los metales ferrosos y corrientes electrónicas para los metales no magnéticos
- clasificación de los materiales recuperados para enviarlos a actividades específicas de reutilización
- el plástico, una vez retirado, se clasifica por tipos mediante métodos como la luz infrarroja cercana o la separación por densidad

Esto es posible, pero implica un proceso muy laborioso y, por tanto, es una actividad a pequeña escala. Para crear un nuevo producto a partir de la placa de circuito impreso, hay que clasificar el material a mano, cortarlo con una forma estándar, taladrarlo y clavarlo y desbarbar los bordes. Es probable que el valor delproducto nuevo sea bajo, y los márgenes, después de este proceso, extremadamente pequeños, lo que hace que sea una operación cuestionable.

Una vez más, es poco probable que esto sea económicamente viable, ya que un proceso altamente manual hace que los costes de mano de obra sean prohibitivos. Además, los componentes de una placa de circuito impreso son frágiles y fáciles de dañar, y habría que volver a probar cada uno de ellos para asegurarse de que sigan funcionando.

En las computadoras se encuentra una amplia selección de metales raros, aunque en cantidades muy pequeñas. Estos son: